¿Y si los amigos nos jubilamos juntos? es la pregunta que de entrada hace la Asociación Jubilares, al entrar en su web. Y es lo que nos explicó sin desfallecer y sin descanso, Miguel Ángel Mira, su presidente.
La idea no es nueva, y viene del norte de Europa, Dinamarca, Alemania y Holanda, son los países donde este tipo de iniciativas llevan ya décadas en marcha. En el caso de los daneses, nos cuenta Miguel, ellos funcionan a base de cosas sencillas, y consideran que una sociedad que no ve el potencial que tienen las personas mayores, es una sociedad enferma. Por ello, prohibieron que se volvieran a construir residencias geriátrica, ya que ellas implican: perdida de autonomía y de dignidad. Era desperdiciar un valor de la sociedad.
Teniendo en cuenta que las estadísticas y la intuición nos están diciendo que nuestras sociedades envejecen. Este tema es de interés no solamente para personas a punto de alcanzar la edad de jubilación o para sus familiares, lo es para todos, porque cada uno de nosotros va a llegar a esa edad y el modelo predominante, la residencia, produce dentera. Este es un sistema donde se institucionaliza a la persona, es la institución la que marca y determina cómo, qué, a qué hora, con quién y en dónde se hacen las cosas. La persona mayor es abordada como un conjunto de problemas, reales o no, potenciales o en marcha. Un arquitecto se jubila y de repente ya solamente es un jubilado. Miguel hace un símil con el desempleo: el paro entra por la puerta y la autoestima sale por la ventana. Es un enfoque que no aborda al jubilado no como un ser humano complejo, con capacidades, resultado de su historia vital, sus aficiones, su profesión.
En el senior cohousing, la persona sigue siendo el centro. Es a partir del grupo de personas que lideran la comunidad, de dónde prefieren vivir, de cómo quieren disfrutar de su tiempo libre, que se diseña no sólo lo arquitectura del complejo sino los sistemas y procesos, que se implementarán y organizarán la convivencia cuando este en funcionamiento.
Por supuesto, un grupo de amigos puede crear una cooperativa y embarcarse en un proyecto similar por su cuenta. Jubilares lo que hace es aportar su experiencia y el conocimiento acumulado en otros países para asesorar y encauzar. Como ejemplos nos señalan que:
- El grupo inicial puede ser desde 6 personas/viviendas.
- El número óptimo de viviendas es de 15 a 30. Menos de 15 puede tener problemas de convivencias en el momento en que se produzcan conflictos y más de 30 deja de ser manejable.
- Lo primero es el cómo se quiere vivir, y lo segundo el diseño arquitectónico.
- A pesar de que al arrancar no hayan personas con alguna dependencia, es necesario preverlo y por ejemplo construir los baños con paredes resistentes y sistemas de anclaje, donde posteriormente con un simple conjunto de tornillos puedan instalarse soportes.
- No es aconsejable homogeneizar las viviendas. Cada uno debe tener su propia personalidad.
- Es necesario equilibrar los espacios comunes con la independencia, por ello, a pesar del coste, cada vivienda debe tener su propia cocina.
- El sistema de propiedad, permite conservar el capital. La posibilidad de dejar una herencia, sigue siendo fundamental para las personas mayores.
- Las personas mayores reciben más visitas de su familia. Ya que al disponer de espacios de ocio y la posibilidad de interactuar con otros niños, la visita al abuelo, es mucho más atractiva. Se han dado casos, de hijos o nietos, que aprovechan el espacio para celebraciones como bodas.
- Se ha visto como el modelo de atención centrada en la persona, alarga la vida de calidad de las personas. Tanto en el aspecto físico como cognitivo.